jueves, 12 de enero de 2012

Anécdota

Una tarde soleada, Mª Luz y yo jugábamos con Mª Elena en su patio.Estábamos jugando por parejas a darle con las raquetas a una pequeña pelota de plástico.Cuándo me tocaba a mí jugar con Mª Elena, Mª Luz se enfadó y se metió en un cuarto pequeño que había en el patio con un cerrojo. Mª Luz tenía la puerta abierta y a Mª Elena y a mí se nos ocurrió una idea extraordinaria. Encerramos con cerrojo la puerta y la dejamos dentro.Decidimos escondernos para ver como actuaba si se creía que nos habíamos ido. Al rato salimos del escondite y le dejimos que nos habíamos ido y la habíamos dejado sola, pero Mª Luz no se lo creyó. Por última vez la volvimos a encerrar y esta vez nos fuimos a mi casa dejándola sola y dejando también la puerta de la casa cerrada. Cuando Mª Elena y yo salíamos de mi casa y fuimos a abrir la puerta nos dimos cuenta de que había alguien dentro de la casa, detrás del cristal de la puerta. Abrimos y no era ni más ni menos que Mª Luz que cogió una mesa para subirse a la ventana y saltar.
Mª Elena y yo no nos lo podíamos creer y estuvimos toda la tarde partiéndonos de risa.

   

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